La total rehabilitación de esta casa señorial se rindió ante una exquisita actuación de su refinado interiorismo, sin perder el encantador estilo de su época. Sus más de 330 m2 se distribuyen en tres plantas. Los forjados de planta primera y de bajo cubierta se ejecutan mediante viguería de madera laminada junto con algunas vigas existentes recuperadas.  Para el tejado se plantea una cubierta a cuatro aguas con dobles tirantes. Es de destacar que toda la casa se proyectó sin apoyos ni pilares intermedios para conseguir huecos completamente diáfanos. Un gran balcón vertical en la fachada principal permite las vistas a todo el valle y la entrada de la luz natural.