El uso exclusivo de la madera laminada de pino norte tratada en profundidad mediante autoclave para las estructuras de más de 600 m2 de este edificio fue la premisa principal para el arquitecto. Se trata de la rehabilitación integral de La Casona de Campomanes, edificio levantado a lo largo del siglo XVI, en actual uso para la biblioteca municipal. El forjado mixto madera-hormigón de la planta primera se proyecta mediante el sistema de conectores metálicos para aportarle mayor resistencia y rigidez. Como forjado bajo cubierta se plantea paneles sándwich acústicos para limitar el paso del ruido a la biblioteca. La cubierta a tres aguas, sin apoyo central, cuenta con dos casetones y se prolonga al sur para formar el tejadillo del balcón. Es de destacar la gran galería acristalada de castaño apoyada sobre dos pilares existentes circulares recuperados tras sufrir varios incendios.